jueves, 11 de diciembre de 2008

Dócil, pero rebelde


Dedicado a mi sumisa rebelde:


Cada vez que te doblego no me excitas tanto como cuando me plantas cara. Lo haces tan indefensa, sin ropa, sin fuerza, sólo con la postura, que me pones a cien. Lo sabes. Se nota que lo sabes. Sigue así... Sólo te abofetearé si me escupes.

Kit básico para la mujer dócil (2)



Si no sabes qué ponerte esta noche para acompañar a tu amo al local de intercambios, opta por lo simple: argolla en el cuello, cadena trasera hacia la cintura, sujeción de la cadena a las esposas. Te dejo la foto para que veas cómo queda. Un beso, preciosa.

Los lavabos públicos y tú

Siempre ha sido tu fantasía colarte en ropa interior en un lavabo de hombres y allí dejar que te ultrajen, humillen y usen a su antojo.
No tienes por qué masturbarte más en silencio por las noches, puedes hacerla realidad. Simplemente, hazla. Ve a cualquier discoteca, tómate antes dos martinis (que te desinhiban pero que sepas lo que haces), deja tu ropa a alguien de confianza y métete en el lavabo de caballeros. Pasarás mucha vergüenza al principio, pero te sorprenderá lo bien que te acogen en seguida. Si lo haces una vez, repetirás.