Son particularmente excitantes las situaciones de intercambio donde por fuerza debes pactar y, sin embargo, lo único que puedes ofrecer es tu cuerpo para los caprichos de los demás.
Vivir una de estas situaciones en la realidad es una de las fantasías más intensas, por la que cualquier sumisa le gustaría pasar alguna vez en la vida.
Como la realidad conlleva cierto riesgo, nos hemos de conformar con vivirlas literariamente, en los juegos o en las sesiones con desconocidos. Si, quizá esto es lo mejor... Te excita que sean desconocidos, porque este ausencia de vínculo los convierte en potenciales fieras... y esto te excita.
lunes, 9 de junio de 2008
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